jueves, 1 de octubre de 2009

A ver si es cierto...

Pues el PRI ahora sí está que no se la cree. Después de las elecciones del pasado Julio en las que recuperó los espacios perdidos en el 2000, acabó por convertirse -en complicidad con los mercenarios del Verde- en el dueño absoluto de la Cámara Baja.

El PRI repartió a su gusto el suculento pastel de las Comisiones de la Cámara de Diputados. Las famosas Comisiones de las que todos escuchamos hablar son equipos de legisladores que tienen la responsabilidad de proponer, revisar, redactar y someter al pleno proyectos de Ley en diferentes sectores de la vida de la Nación. Hay una cuarentena de ellas, desde energía, comunicaciones y hacienda hasta grupos indígenas, derechos humanos, población y deporte. Cada una de estas Comisiones es presidida por un diputado, que es quien coordina los trabajos del equipo.

Para la presente Legislatura, el PRI eligió presidir con el Verde las Comisiones de mayor peso y relevancia y dejó las de relleno y conflictivas al PAN, que salvo las de Hacienda, Energía y Distrito Federal, tendrá poca influencia en los proyectos legislativos decisivos para lo que queda del presente sexenio.

Lo más importante para el PRI es que de la veintena de Comisiones que encabezarán sus diputados, una de ellas es considerada la “Joya de la Corona”: la de presupuesto. Ellos tienen en sus manos la propuesta del Presupuesto de Egresos que mandó el Ejecutivo para el 2010, esto es, el documento que indica cómo, cuándo y en dónde se aplicará el gasto para el año entrante. De la propuesta que mandó el Presidente, ellos y sus secuaces pueden aumentar y disminuir los montos, agregar o eliminar partidas y dirigir o desviar recursos según les convenga. Más claro: ellos firman la chequera del dinero que se gastará en el país para el 2010. Y lo mejor de todo, pueden aprobar todo lo anterior sin tener que derramar una gota de bilis. Cuando los del PAN se pongan flamencos y manoteen sobre la mesa, podrán citar a Carlos Medina y decirles “No se aceleren porque los vamos a mayoritear” o algo por el estilo. Sin duda la vida da vueltas.

La reflexión importante sobre la rebatinga de esta semana en el Congreso tiene que ver con el nuevo balance de poder que se está consolidando en México. Todos los acomodos y negociaciones que vimos esta semana en el Congreso fueron clave para los intereses de los partidos, no para el interés tuyo ni mío. El único interés que despertamos en los políticos es cuando cumplimos dos obligaciones de todo buen ciudadano: cuando pagamos impuestos y cuando votamos.

El poder que acaba de afianzar el PRI en este año será utilizado para llevar mano en la elección del 2012 y aunque su retórica y Lucero nos digan que son más buenos que la Madre Teresa y que sólo viven para servirnos, la verdad es que se estarán sirviendo a sí mismos un banquetón como los de antaño.

Y los del PAN están tristes no porque acaban de perder -hoy en parte y en unos meses posiblemente en su totalidad- la oportunidad de servirnos, de ofrecernos un cambio, mano firme, empleos y seguridad, sino porque les acaban de quitar la chequera y acordémonos que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.

Por lo menos habrá alguien que la pase bien en el Congreso en esta Legislatura. En la Comisión de Relaciones Exteriores habrá happy hour extendida y shots de Courvosier gratis todos los días de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Adivinen quién la presidirá. Pista: es paisano nuestro.

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