El pasado lunes 19 de julio se publicó una entrevista que Josefina Vázquez Mota otorgó al diario español El País en Madrid. Es una entrevista corta –sólo cuatro preguntas- que deja ver cómo los políticos cuando salen por el mundo se relajan y dicen cosas que aquí simplemente no dirían, ignorando que en política no aplica el dicho que dice que “lo que pasó en Las Vegas, se queda en las Vegas”.
El artículo titulado “México está atado al pasado” tiene como antecedente el reciente proceso electoral en México. Me permito a continuación transcribir y comentar sobre algunos pasajes de esta breve entrevista.
Al preguntarle su opinión sobre las tres victorias del PAN en feudos del PRI y sobre las 11 victorias del PRI en el resto de las elecciones, Vázquez Mota respondió “hay que resolver las reglas del sistema político mexicano. Las actuales no son adecuadas, estimulan la contradicción y evitan los acuerdos. En México existen poderes regionales muy poderosos”.
A todos nos queda claro que en la política mexicana hay contradicciones –como las alianzas contra natura entre PAN y PRD- que evitan los acuerdos. Tal como decía Genaro Borrego hace algunos años, palabras más, palabras menos, que el sistema político mexicano está condenado a la parálisis.
En un sistema presidencialista en el papel, pero parlamentario en la práctica, en el que el poder del presidente cada día está más acotado, es urgente que nuestros legisladores estén equipados con normas que les permitan entregar resultados a la sociedad. Lamentablemente, nuestro híbrido “presidencialista-parlamentario” otorga poder a una veintena de diputados y a una decena de senadores que son quienes dicen qué se legisla y qué no. Esas cúpulas, como he venido diciendo anteriormente, no responden al interés de tu distrito, municipio, estado y mucho menos de la Nación. Esos lidercillos rinden cuentas a sus partidos, no a la sociedad y ven sus resultados en términos de elecciones ganadas y perdidas y no en términos de beneficio e impacto social, punto. En ese grupito está Vázquez Mota. La manera en que los legisladores comenzarán a dar resultados de verdad es cuando se abra la reelección de diputados. Cuando tengan que salir a hacer campaña para reelegirse y a rendir cuentas a la sociedad de qué hicieron en sus tres años de gatos gordos en San Lázaro, es cuando finalmente los legisladores trabajarán para la sociedad y no para sus partidos.
Sobre el asunto de que en México “existen poderes regionales muy poderosos” Vázquez Mota acepta la existencia y la influencia de los Virreyes –o gobernadores- en la política nacional. Los gobers, como hemos visto recientemente, andan con la correa suelta. No hay quien los detenga, y guardando la proporción y dependiendo del estado, algunos ostentan en sus territorios más poder que el mismo Presidente de la República. Dado que las leyes que nos dejó el PRI centralizan todo en la federación, cuando las cosas no salen bien (ejemplo: seguridad y combate a la delincuencia organizada) lo más fácil para los Virreyes es lavarse las manos diciendo que la federación no los apoya.
La segunda pregunta cuestiona a Vázquez Mota sobre una encuesta en la que sólo el 6% de la población aprueba la labor de los diputados, dejándolos debajo de los bancos y de las policías. Josefina responde “la figura del legislador en México no tiene la confianza que debería tener un cargo de este tipo. Se trabaja de manera muy distante al ciudadano. Por extraño que parezca, no se le ve como quien tiene la responsabilidad de construir leyes. Aunque también es un México en pequeño. En el Congreso, vemos al país. Así somos. Pero aquí también ocurre que las reglas son obsoletas. Tenemos un reglamento de principios del siglo pasado. México funciona mirando al pasado”.
Si esta es la voz de una legisladora, quien se ostentará en unos meses como pre-candidata a la Presidencia de la República, más nos vale ir preparándonos para elegir nuevamente no al mejor candidato, sino al menos malo. Así que cuando veamos a Josefina haciendo campaña diciéndonos que hay que ver hacia el futuro y que ella solucionará todos nuestros problemas, ya sabremos lo que ella realmente piensa: que los mexicanos somos retrógradas, no que una camarilla de legisladores y sus partidos tienen secuestrado al país .
Tal vez en alguna encuesta que han hecho los legisladores entre ellos, también salió que sólo el 6% de los mexicanos somos gente pensante. Si no demostramos lo contario y nos ponemos a trabajar en serio como sociedad, estos vividores nos seguirán tratando eternamente como los españoles a los mexicanos en la colonia. Tema muy ad hoc en tiempos del Bicentenario.
pesquera@gmail.com
El artículo titulado “México está atado al pasado” tiene como antecedente el reciente proceso electoral en México. Me permito a continuación transcribir y comentar sobre algunos pasajes de esta breve entrevista.
Al preguntarle su opinión sobre las tres victorias del PAN en feudos del PRI y sobre las 11 victorias del PRI en el resto de las elecciones, Vázquez Mota respondió “hay que resolver las reglas del sistema político mexicano. Las actuales no son adecuadas, estimulan la contradicción y evitan los acuerdos. En México existen poderes regionales muy poderosos”.
A todos nos queda claro que en la política mexicana hay contradicciones –como las alianzas contra natura entre PAN y PRD- que evitan los acuerdos. Tal como decía Genaro Borrego hace algunos años, palabras más, palabras menos, que el sistema político mexicano está condenado a la parálisis.
En un sistema presidencialista en el papel, pero parlamentario en la práctica, en el que el poder del presidente cada día está más acotado, es urgente que nuestros legisladores estén equipados con normas que les permitan entregar resultados a la sociedad. Lamentablemente, nuestro híbrido “presidencialista-parlamentario” otorga poder a una veintena de diputados y a una decena de senadores que son quienes dicen qué se legisla y qué no. Esas cúpulas, como he venido diciendo anteriormente, no responden al interés de tu distrito, municipio, estado y mucho menos de la Nación. Esos lidercillos rinden cuentas a sus partidos, no a la sociedad y ven sus resultados en términos de elecciones ganadas y perdidas y no en términos de beneficio e impacto social, punto. En ese grupito está Vázquez Mota. La manera en que los legisladores comenzarán a dar resultados de verdad es cuando se abra la reelección de diputados. Cuando tengan que salir a hacer campaña para reelegirse y a rendir cuentas a la sociedad de qué hicieron en sus tres años de gatos gordos en San Lázaro, es cuando finalmente los legisladores trabajarán para la sociedad y no para sus partidos.
Sobre el asunto de que en México “existen poderes regionales muy poderosos” Vázquez Mota acepta la existencia y la influencia de los Virreyes –o gobernadores- en la política nacional. Los gobers, como hemos visto recientemente, andan con la correa suelta. No hay quien los detenga, y guardando la proporción y dependiendo del estado, algunos ostentan en sus territorios más poder que el mismo Presidente de la República. Dado que las leyes que nos dejó el PRI centralizan todo en la federación, cuando las cosas no salen bien (ejemplo: seguridad y combate a la delincuencia organizada) lo más fácil para los Virreyes es lavarse las manos diciendo que la federación no los apoya.
La segunda pregunta cuestiona a Vázquez Mota sobre una encuesta en la que sólo el 6% de la población aprueba la labor de los diputados, dejándolos debajo de los bancos y de las policías. Josefina responde “la figura del legislador en México no tiene la confianza que debería tener un cargo de este tipo. Se trabaja de manera muy distante al ciudadano. Por extraño que parezca, no se le ve como quien tiene la responsabilidad de construir leyes. Aunque también es un México en pequeño. En el Congreso, vemos al país. Así somos. Pero aquí también ocurre que las reglas son obsoletas. Tenemos un reglamento de principios del siglo pasado. México funciona mirando al pasado”.
Si esta es la voz de una legisladora, quien se ostentará en unos meses como pre-candidata a la Presidencia de la República, más nos vale ir preparándonos para elegir nuevamente no al mejor candidato, sino al menos malo. Así que cuando veamos a Josefina haciendo campaña diciéndonos que hay que ver hacia el futuro y que ella solucionará todos nuestros problemas, ya sabremos lo que ella realmente piensa: que los mexicanos somos retrógradas, no que una camarilla de legisladores y sus partidos tienen secuestrado al país .
Tal vez en alguna encuesta que han hecho los legisladores entre ellos, también salió que sólo el 6% de los mexicanos somos gente pensante. Si no demostramos lo contario y nos ponemos a trabajar en serio como sociedad, estos vividores nos seguirán tratando eternamente como los españoles a los mexicanos en la colonia. Tema muy ad hoc en tiempos del Bicentenario.
pesquera@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario