jueves, 6 de enero de 2011

Reelección legislativa, ni tanto que queme al santo…


Pues el hartazgo por los políticos parece que es universal en estos momentos. Como sabemos, en Estados Unidos un legislador se puede reelegir en su puesto tantas veces como le sea favorable el voto, lo que arroja un número alarmante de congresistas y senadores que pasan lustros y décadas en sus puestos, perpetrando burocracias lentas y corruptas, a su manera. El asunto es que un legislador electo, cuenta con herramientas poderosísimas para permanecer en el puesto indefinidamente. Pueden echar mano a partidas de dinero (los famosos “earmarks”) para favorecer proyectos en sus comunidades, que en muchos casos son para empresas de los donadores de sus campañas pasadas y previsiblemente, del futuro.


Como en México, también hay escándalos y enojo por los privilegios de los que gozan los legisladores en ese país. Por ejemplo, es contrastante –y exacerbante para ellos- el ver que hay una tradición de servicio de los jóvenes en las fuerzas armadas, y que al mismo tiempo los hijos de los legisladores, casi de manera sistemática, no van a ninguna de las guerras que por cierto, el Congreso debe autorizar.


Me permito traducir y transcribir, un correo electrónico que circula por Estados Unidos en estos días y que me llamó la atención, pues es el resultado de lo que los extremos pueden provocar: la posibilidad de reelecciones sin límites. El texto de manera amplia fue publicado y comentado también por el escritor y novelista Richard Greener en el Hufftington Post, con algunas pequeñas variaciones al texto que aquí les presento, por si alguien tiene curiosidad de leerlo íntegro y en inglés. También pueden hacerlo buscando simplemente en Google “Congressional Reform Act of 2010”


El texto a continuación:


“Propuesta para reformar al Congreso (de EUA) de 2010.


1. Límite al tiempo en funciones de los legisladores a 12 años máximo bajo cualquiera de las siguientes combinaciones:


a. Dos períodos de seis años en el Senado

b. Seis períodos de dos años en el Congreso

c. Un período de seis años en el Senado y tres períodos de dos años en el Congreso.


2. No asistencia, no cobra. Los congresistas y senadores sólo podrán cobrar cuando estén en su oficina en funciones. Cuando estén fuera, no cobrarán.


3. Todos los recursos del fondo privado de retiro de los congresistas y senadores se deberán aportar al sistema de seguridad social del estado. Todos los flujos y aportaciones futuras deberán también de ser depositados al sistema de seguridad social público para ayudar a la ciudadanía.


4. Los congresistas y senadores podrán contratar planes de retiro más rentables por su cuenta, como lo hacen todos los ciudadanos del país.


5. Los legisladores no podrán votar para otorgarse a sí mismos incrementos salariales de ningún tipo. Su incremento será el mismo que la inflación pronosticada ó 3% máximo.


6. Los legisladores perderán sus planes de salud privados otorgados por el Congreso y participarán en el mismo sistema de salud que el resto de los americanos.


7. Los legisladores deberán obedecer y cumplir las mismas reglas que imponen a los ciudadanos.


8. Todos los contratos pasados y presentes de los legisladores serán nulos a partir del 1º de enero de 2011. El pueblo no hizo esos contratos con los legisladores, ellos los hicieron para sí mismos.


Servir en el Congreso y Senado es un honor, no una chamba. Los padres fundadores tuvieron la visión de legisladores ciudadanos que sirvan sus periodos y regresen a sus casas a trabajar.”


Pues como ven, hay que tener un balance en todo. En México debemos de presionar para que pronto podamos tener reelección de legisladores y alcaldes de manera acotada y clara. El dejarlo libre podría causar los problemas que ahora vemos en Estados Unidos. Ahora tenemos la oportunidad de cambiar nuestro sistema electoral y legislativo por uno más moderno y de avanzada que el de los gringos. El asunto es que esos cambios significarían entregarle el poder a la gente, al ciudadano promedio. ¿Ustedes creen que los partidos – hoy en día los verdaderos dueños de México junto a Televisa y el narco- les convendría? Yo tampoco.


Liga a la publicación en Milenio: http://impreso.milenio.com/node/8890898


pesquera@gmail.com

2 comentarios:

  1. y ¿cómo se "presiona" para que por lo menos esto se de en México?

    si hablamos de los elementos mínimos para un cambio, son la necesidad y/o el deseo.

    Por otro lado, hablando de fuerzas o energías hay al menos hay 2, la propulsora y la repulsiva al cambio.

    Con eso en mente, yo opino que no hay ni "deseo" ni "necesidad" real en aquellos que podrían de verdad sumar más en las fuerzas propulsoras, y que hoy se adhieren en las repulsivas al cambio.

    Por eso entonces, qué se hace con esa masa que SI desea y necesita éste y otros cambios, cuando esa masa es muy pequeña (hablando de potencia) : ¿cómo se presiona para que se lleve a cabo el cambio?

    ResponderEliminar
  2. Absolutamente de acuerdo carnal, no hay incentivos para que los políticos hagan esos cambios que le restarían poder a los partidos.

    Como la lucha para sacar al PRI de Los Pinos, la sociedad en su conjunto (cámaras, organizaciones de la sociedad civil, académicos y otros) debemos de levantar la voz y manifestar nuestra inconformidad ante esta aberración. No será fácil ni rápido, pero es posible. Ya probamos anteriormente que podemos romper el status-quo.

    R

    ResponderEliminar