En múltiples tertulias me he encontrado con gente con la que he hablado -y discutido también- sobre la relevancia de las elecciones del Estado de México para la elección general de 2012. Me dicen con certeza que el partido que gane la elección de éste verano en el EdoMex, ganará la silla presidencial en 2012.
El argumento en sí, es inverosímil, pues no hay evidencia suficiente que sustente ésta tendencia de que quién gane el EdoMex ganará la presidencia. Claro, durante la hegemonía del PRI en la Presidencia de la República, ésta máxima siempre se cumplió, pues ganaba el PRI en ambas elecciones. Pero en 1999 ganó Montiel y en 2000 Fox, y en 2005 ganó Peña Nieto y en 2006 Calderón. Si seguimos las tendencias recientes, el PRI perdería la presidencia en 2012. No niego el hecho fundamental de que el PRI lidera las encuestas para ganar la presidencia, pero de aquí al 1 de Julio de 2012, queda mucho camino por recorrer. Acordémonos cómo a estas alturas de 2005 AMLO se auto-declaraba “invencible” y Calderón no era nadie en las encuestas.
Lo que sí es un hecho que se puede documentar es la gran tradición priísta mexiquense que, por convencimiento o ignorancia, garantiza que ponga a quien ponga la oposición la gente votará por el PRI. Como lo demostró un reportaje de Efekto TV, muchas de las personas que van a los mítines de Eruviel no saben a qué van, no saben quién es Eruviel y sólo saben que el día de la elección hay que votar por el cuadrito tricolor. Es como lo que pasa en Guanajuato con el PAN, la gente no analiza, no estudia, no razona su voto, simplemente votan azul y se acabó. Valdría la pena saber qué pasaría no sólo en el EdoMex, sino a nivel nacional, si en lugar de logotipos de los partidos con los nombres de los candidatos en letras microscópicas, se pusieran solo los nombres de los candidatos en un tamaño normal, pero bueno, ése es otro asunto.
Si acaso, la elección en el Estado de México es un termómetro de cómo están los ánimos políticos y de que tan exacerbado está el ambiente entre los tres partidos grandes, pero no es de ninguna manera definitorio para la contienda del año entrante.
Creo que ahora, más que nunca, sería atrevido darle la presidencia al PRI sólo basándonos en encuestas, pues a pesar de la gran popularidad de Peña Nieto, hay muchas facturas que cobrar y que pagar dentro del tricolor, y en una de esas Beltrones nos da la sorpresa. Después de su proceso interno, le llegará al PRI la hora de medirse contra los candidatos de izquierda que vendrán con ánimos renovados y contra el del PAN, que aunque de momento no pinten y gocen de la peor popularidad en años, tendrán detrás a una máquina de tamaño descomunal que se llama Gobierno de la República, que tiene la chequera llena, la caja de herramientas bien surtida y mecánicos para arreglar –o descomponer, como quieran verlo- de todo.
Como he dicho en otras colaboraciones, en éstas épocas de campañas negativas podemos esperar de todo. Dicen que en el negocio de la política para tener el pico largo, hay que tener la cola corta y de los pre-candidatos apuntados hasta hoy todos tienen cola que pisarles y si no, expertos equipos de campañas políticas hurgarán en lo más íntimo y profundo de sus vidas públicas y privadas y encontrarán alguna vulnerabilidad explotable en los medios para un público ávido de escándalos. Así que a menos que una tragedia ocurra, al día de hoy sólo hay una certeza y ésa es que Eruviel será gobernador. Sobre el 2012 hay que esperar con paciencia –y morbo para algunos- a ver quién aguanta más golpes, insultos y calumnias, para después poder erigirse como Presidente de México. Así son las democracias modernas, ¿esperaban otra cosa?
pesquera@gmail.com
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